Pese a que no hay indicios sobre el aspecto de las personas con TEA y sus diferencias físicas de otras personas, si es objetivo y medible que quienes tienen TEA se comuniquen, interactúen comprendan y aprendan de una forma distintas.

La cointervención entre el terapeuta ocupacional, psicólogo y fisioterapeuta, al mismo tiempo, aparte de incidir en el desarrollo del niño, ayudará a tratarlo desde perspectivas distintas. De esta forma, se trabajan aspectos ligados a temas emocionales y conductuales y, por otra parte, aspectos físicos. Todos coincidimos en el tratamiento a través del juego.

De esta forma se abre nueva línea dentro de la fisioterapia pediátrica. Por lo tanto, se trata de una oportunidad emergente de adquirir nuevos tratamientos de fisioterapia integrando el fisioterapeuta en el equipo multidisciplinar del TEA. Por ello, el fisioterapeuta participará directamente en un proyecto de atención integral del niño y adoptará el rol de agente promotor de la salud.

Desafortunadamente no existe una cura para los TEA, pero es alentador revisar las últimas investigaciones que muestran como los servicios de tratamiento de intervención temprana pueden mejorar el desarrollo de estos niños. He aquí la relevancia del trabajo multidisciplinar, coordinado y en equipo de los profesionales que estén involucrados en él.

Los ojos, son una parte del cuerpo que aun cuando presentan patología continúan dando información. Si quieres conocer a alguien, debemos empezar por mirarlo de frente, sostener la mirada y comenzar el viaje de que me quieres contar y no sabes cómo…… pocos secretos se pueden esconder detrás de unas pupilas traviesas.